Argentina sigue sin poder ganarle a Bolivia y ofensivamente el equipo fue poco punzante y se tomó mucho tiempo para decidir las jugadas. Clemente Rodríguez, sorprendiendo por derecha, fue junto a Ezequiel Lavezzi, lo mejor que tuvo la selección de Sabella.
Desde el primer minuto del encuentro Argentina tuvo la pelota para atacar a una débil Bolivia, que está último en la tabla de posiciones de las Eliminatorias. La albiceleste siempre fue paciente y quiso abrir los espacios con la subida de los laterales, pero la defensa boliviana se encontró bien parada en todo momento. Clemente Rodríguez, único jugador del medio local que entró como titular, subió y bajo constantemente y fue el único que se despidió con aplausos del público, merecidamente. El jugador de Boca tuvo la virtud de mostrarse como una opción factible de romper el cerrojo defensivo visitante.
La Argentina también tuvo falta de movilidad en sus tres delanteros, que no se pudieron juntar de la mejor manera con los mediocampistas, sobre todo en el primer tiempo. Leonel Messi, que tendría que haber sido una especie de conductor del ataque, no tuvo un buen partido y desperdició las pocas chances que contó para poder concretar.
Otro que no tuvo la actuación deseada fue Higuaín, que no pudo concretar ninguna de sus llegadas y la única que metió fue invalidada por una falta anterior, mal cobrada, contra un jugador argentino. A todo esto, también se vio opacado al ingreso de Ezequiel Lavezzi, que en menos de dos minutos empató el partido.
Esta falta de agresividad en el ataque tendrá que hacerle repensar muchas cosas a Sabella si quiere ganar en Barranquilla. El próximo encuentro contra Colombia será clave para ver si el rendimiento colectivo mejoró con respecto a este tibio rendimiento.









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