Boca le ganó 2-0 a River en Chaco y con un empate en el partido de vuelta en Mendoza, se quedará con la Copa Luis Nofal. Blandi fue el autor de los dos goles para el Xeneize, mientras que Domínguez y Roncaglia fueron expulsados.
No era un superclásico del montón. Fue el primer Boca-River desde que el Millonario se fue a la segunda división y se esperaba un partido picante, tanto en el juego como en el duelo de hinchadas, y no fue para menos.
El equipo de Almeyda empezó mucho mejor. En los primeros cinco minutos River tuvo situaciones como para poder concretar, pero esta iniciativa no duro mucho. Blandi de cabeza, después de un desborde en offside y un centro de Mouche, puso la ventaja inicial.
El gol fue un baldazo de agua fría para los Millonarios, que no pudieron volver a tener esa explosión ofensiva. Boca desde ese momento empezó a manejar el partido, que aunque no tenía muchas llegadas con claridad, lograba neutralizar los ataques de River. A todo esto, a los 39 del primer tiempo, Alejandro Domínguez, el encargado de generar juego, se fue expulsado por insultar al árbitro después de una amonestación en una falta a Ledesma.
Almeyda intentó modificar la situación en el segundo tiempo, cuando puso a Trezeguet y al Maestrico González, que no pudieron desnivelar el juego. Boca siempre mostró solidez, a pesar de la expulsión de Roncaglia a los 15 del segundo tiempo. El ingreso de Sánchez Miño no modificó los tramites defensivos del Xeneize, que sellaron el marcador con una buena combinación entre Colazo y Blandi, que sólo ante Vega, no tuvo problemas para definir.
Todavía la Copa no se definió y la vuelta en Mendoza será el partido clave. Sólo con un empate, Boca se quedará con el Trofeo Luis Nofal, pero si la victoria se da para River, se definirá en tiros penales.
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