A pesar del resultado, el trámite del partido fue más complicado. Vélez tuvo que esperar hasta la media hora de juego para poder concretar el primer gol. Tigre atacaba y el Fortín aprovechaba los espacios, y por eso el Mago Ramírez, con un pase de taco de Guillermo Franco, abrió el marcador.
Pero esto no fue lo único que hizo el ex Godoy Cruz, que con un gran pase entre líneas a Augusto Fernández, le cedió el 2-0 antes del final del primer tiempo.
Sin embargo, el Matador de Victoria puso mucha actitud y nunca bajó los brazos. Faltando dos minutos para que se terminen los primeros 45, Cachete Morales hizo la perla del partido: Arrancó casi de mitad de cancha, enganchó tres rivales y definió con mucha calidad al ángulo más lejano de Barovero.
Esta acción le dio un impulso importante a Tigre, que en las primeras acciones del complemento, un cabezaso pegó en el travesaño. El equipo de Arruabarrena no paró de atacar y tuvo un par de chances más, pero Vélez pudo cerrar la historia a los 15 del segundo tiempo. Después de una desconcentración defensiva, un pase desde un lateral, le dio a Franco la chance en los pies que no desperdició y selló el resultado definitivo.
El Fortín no pelea por nada, sólo por terminar de la mejor manera este torneo y en la tabla general. No obstante, encontró un punto fuerte en Davíd Ramírez, que en la semana declaró que este semestre no había sido el deseado.
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