River logró romper el maleficio y pudo ganar en el Monumental nuevamente. Fue 1-0 contra Patronato y cerró el peor año de su historia en puesto de ascenso directo. Carlos Sánchez fue el autor del gol después de aprovechar una desatención defensiva.
El equipo de Almeyda tenía que disputar el último partido del 2011 y aunque Patronato era el rival, el verdadero verdugo de River era el Monumental. No podía ganar desde la primera fecha contra Chacarita, y aunque hizo de local mucho tiempo en la cancha de San Lorenzo, no pudo ganar los últimos dos partidos en Núñez.
Siempre fue más que los entrerrianos, que sólo buscaban defender y aprovechar los espacios en posibles contraataques. Ocampos por izquierda arrancó muy bien, pero desperdicio un mano a mano. Aunque a River le faltaba fútbol, Patronato no tuvo practicamente llegadas al arco de Chichizola y por el momento estaba dependiendo de la buena actuación de la zaga central y de su arquero.
El complemento siguió igual, pero la paciencia que tuvo Patronato (más que paciencia fue aguante) pusó en los pies de Jara la chance de gol, pero la definición por encima del arquero Millonario pegó en el palo y River se salvó de milagro. Después de esto los entrerrianos tuvieron un leve empujón, pero el equipo de Almeyda rapidamente pudo controlar esa situación.
Todo se encaminaba a que el resultado no iba a poder ser quebrado por parte del local, pero llegó una jugada inesperada. Un error entre los defensores de Patronato, dejó sólo a Sánchez que no perdonó e infló la red con un derechazo rasante.
Terminó el encuentro 1-0 y pudo haber terminado con más diferencia para River, pero eso fue lo que menos importó al final. La gente pudo volver a festejar como locales nuevamente y ya piensan en un 2012 mejor que este año, que fue sin dudas, el peor año de la historia del club
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